domingo, 30 de octubre de 2011

estrella inalcanzable



Muchas veces he intentado volar,
Para poderte tocar.
Pero cuando más cerca me creo,
Más lejos te veo.

Cada noche miro al cielo
Para poder verte brillar,
Pues tocarte no puedo,
Y con mirarte me he de conformar.

Pero yo quiero abrazarte,
Entre mis brazos tenerte,
A los ojos mirarte
Y poder besarte.

Aun que mi brazo extienda al cielo
No puedo tan siquiera rozarte,
Por más que lo intente
Jamás podre alcanzarte.

viernes, 28 de octubre de 2011

El caballero de la armadura maldita.

Jaime es un chico de 14 años que vive en un pueblecito de Cuenca con sus padres. Este mes le toca convivir con sus vecinos de su quinta. El padre de sus vecinos tienen que ir a una conferencia en un museo sobre armamento medieval. El padre está viudo y no tiene con quien dejar a sus hijos por lo que decide dejarlo con su vecino de confianza, que también es su pariente lejano.
A Jaime no le gusta nada su vecina Gloria, es egocéntrica, presumida y estúpida. Su hermano Julián en cambio se lleva bien con Jaime.
El padre de Jaime le dice que sus vecinos traerán una sorpresa.
-¡Umm una sorpresa!, que será?- piensa Jaime.
Suena el timbre. Jaime corre a abrir la puerta y se encuentra ahí inmóviles a sus vecinos.

-Hola-les dice Jaime.
Gloria se toca el pelo con el dedo indice haciendo círculos con un mechón.

-Ah, hola- dice Gloria mirándose en el espejo que tiene Jaime detrás.

-¿Me ayudas con el equipaje?

Jaime mira detrás de Julián y ve dos enormes cajas de madera.

-¿Que es esto?- Pregunta Jaime.

-Dos armaduras medievales que tenemos que guardar en el garaje.

Empujan las cajas hasta el garaje.
Jaime lee lo que pone en una inscripción.

Cuidado con la oscura maldición.
Hasta que un corazón valiente con ella se enfrente, solo sufrimiento y pobreza traerá.

-Que siniestro-Dice Jaime.

-¡Nooooo no leas eso en voz alta! Es una maldición dice Julián.

-¿Jejeje una maldición? Que tontería- Dice Jaime sonriendo.

-Nunca te han contado la leyenda del Caballero de la Armadura Maldita. Hace años una malvada bruja se enfado con el mejor caballero del Rey, sir Elot Serner. Nuestro antepasado. Mato a su gato o algo así. La bruja hizo una armadura y se la envió como si fuese un regalo. La armadura estaba embrujada con un espíritu. Esa noche en el castillo del Rey se escucharon gritos y llantos aterradores. Al día siguiente, sir Elot y toda su familia habían sido asesinados. Murió toda la familia menos un hermano que salió de cacería y se fue quien se quedó con la armadura. Ésa es la armadura. La leyenda dice que un día cobrará vida de nuevo, sedienta de sangre de los Serner. ¡Y matará a todos, a menos que un Serner valiente y noble sea capaz de vencerla!.-. Le contesta Julián.
-¡jejeje! Somos parientes lejanos, así que yo también soy un Serner¿Que puede pasarme?-Dice Jaime.
-Será mejor que lo olvides- Le dice Gloria a Jaime.
Llega la noche y mientras Jaime está en la cama escucha un grito en el garaje donde tienen la armadura.


a) Tendra que investigar en el garaje.
b) Continua durmiendo.

lunes, 24 de octubre de 2011

Mas valiosa que el oro


Vamos, quiero morderte
Contagiarme de tu amor,
Ser un solo ser perfecto
Y no sufrir dolor.

Apenas mordí tu cuello
Intoxicado me hallaba
Intoxicado con sangre,
la cual hizo que tanto te deseara.

Mi corazón, lleno esta,
Saciado, envenenado, enamorado
Lleno de vida,
Mi sed se había saciado.

Pasaba el tiempo,
Más adicto a tu sangre me volvía,
Sangre de un ser perfecto,
Del cual me había enamorado.

 Inevitable es para mí no pensarte,
No logro controlarme,
Necesito de ti para vivir,
Necesito de tu sangre.

Rondando por las calles ando,
Vagando, buscándote en la oscuridad,
Extrañando tu ser, y siempre en ti pensando,
Me esta consumiendo la tristeza.

Oro no eres para mí,
Eres algo más valioso,
Regresa pronto a mi vida,
Aliméntame, dame vida,
Que esta se consume poco a poco…


Bueno, como me ha dicho que esta a sido la que mas le ha gustado por el momento, se la dedicare a una persona especial :D que se ha tragado todas y cada una de mis sosas poesías, dándome una buena opinión a pesar de mi pesimismo con respecto a ellas. así pues, muchas gracias ^______^ 

El paquete secreto

Hola de nuevo. Hoy llego con retraso a publicar mi entrada, pero más vale tarde que nunca, ¿no?
Bueno, Vicente, no te preocupes, porque habrá una segunda parte del relato de hace un par de semanas. Pero para tu desgracia, no sera esta (risas). Esta semana, a petición popular, tocan ninjas.
Debido a la temática concreta que se me pidió, esta vez se hará un guiño a Ninja Hut (creo que se llamaba así el juego de mesa), conocido para todos aquellos que hayan visto The Gamers 2: The Dorkness Rising.

Pues nada, ninjas:


A altas horas de la madrugada, en uno de los edificios de oficinas más grandes del país, una sombra se deslizaba entre los desiertos escritorios. Era un NINJA, vestido con su traje oscuro, y armado con su katana. Iba buscando al otro ninja de la competencia, que le había robado su preciado paquete. En su orden jamás nadie había fallado en una entrega, y él no sería el primero.

Una figura le observaba desde el otro lado de las oficinas, con una caja bajo el brazo. Una ninja vestida con un traje fucsia oscuro, que tenía su daga preparada en la mano. Nada más tuvo la oportunidad, emergió de las sombras, lanzándole la daga a su rival, quien rodó por el suelo esquivando el mortal ataque. Pero entonces, la ninja fucsia corrió hacia un ascensor, y las puertas de este se cerraron a la vez que un shuriken se clavava en estas. El ninja de negro tenía que hacer algo rápido, así que corrió por las escaleras tratando de alcanzar el ascensor.

Pero sonó la alarma, y las puertas del edificio se abrieron. Entraron los ejecutivos que solían trabajar allí. La ninja fucsia avanzó normalmente entre los ejecutivos, quienes ni se inmutaron. Se ocultaría entre el tumulto. Pero sobre las mesas saltó el ninja negro, desenvainando su arma. La ninja fucsia dejó ahí la caja, y sacó su arma. Los ejecutivos se apartaron, espectantes. Los ninjas se miraron fijamente, y el ninja de negro saltó sobre la otra, atacándole con un corte. Ella lo esquivó por poco, y rodó cerca de la caja, para protegerla. Pero entonces se abrió la puerta de un ascensor cercano, y los ninjas sorprendidos observaron salir de él sus peores enemigos : los PIRATAS.

Víctor lanzó los dados contra la mesa furioso.
-"Entiendo aún lo de los ninjas repartidores de pizza, ¡¿Pero qué demonios pintan los piratas ahí?!"
-"Pues, amigo mío,"-dije-"todo es más divertido con piratas."





Bueno, el tema pedido no daba para mucho más, aparte de que ahora mismo debería de ponerme en marcha hacia clase, que se me hace tarde. A ver si hay algún tema para la semana que viene, y si no, una segunda parte del relato de zombis.

De todos modos, ahí va el trozo de The Gamers 2 donde hacen referencia a este juego de mesa.

http://www.youtube.com/watch?v=Sfs2FRgp-ow

Hasta la semana que viene
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viernes, 21 de octubre de 2011

El pastel asesino. Rehúsas la proposición.

Felipe no está dispuesto a jugar con esa estúpida niñata. Cruza los brazos y mira a su prima que continua en lo alto de la escalera.

-Ve a chivarte, no me importa- le dice Felipe con un tono de burla.

-¡Te arrepentirás!- Le contesta su prima.

Felipe escucha como llama a su abuelo. A Felipe se le acelera el corazón tiene que encontrar un escondite, está escuchando pasos que se acercan a la puerta del sótano. Abre la nevera y se mete dentro. La puerta se cierra fuertemente.

-Aquí no hay nadie- escucha que dice su abuelo.

Felipe escucha como se marcha su abuelo.

Bien!!!! no me han visto, he encontrado el escondite perfecto- Susurra Felipe desde su escondite.


Pasa casi 1 hora.

Intenta salir pero la puerta está atascada. Empuja con todas sus fuerzas pero es imposible salir de ahí. Se ha quedado atrapado en la nevera... se está quedando sin oxigeno.

Felipe empieza a gritar socorro pero es imposible, nadie le escucha desde su escondite. Se está quedando sin fuerzas, las extremidades no las siente, piensa que cualquier cosa hasta jugar con su prima Mili seria mejor que este horrible FIN








Bueno como habéis matado al protagonista de la historia la semana que viene tendremos que elegir otro tema.

Ayudadme a escoger el nuevo tema”


a) El caballero de la armadura maldita.

b) El club de los murciélagos.

c) El circo de los horrores.

lunes, 17 de octubre de 2011

Ser de la noche



Ser de la eterna soledad,
Cobíjame con tus lágrimas
Que derramas sin cesar,
Cobíjame con el pensamiento de quererme matar.

Ser habitante de la noche,
Menospreciado con reproche,
Almas en penas comerás esta noche,
Sé que lo harás con goce.

A ti, acompañante de las penas,
Fiel compañero de la desesperación,
Donante de condenas,
Maestro de la devastación.

Elixir de lágrimas
Son mis ofrendadas,
Para que esta noche vengas
Y me enseñes a gozar de mis penas.

Quiero envenenarme tanto,
Hasta no sentir dolor.
Intoxicar mis venas con rencor
Para no sentir amor.

Ángel nocturno
Enséñame a gozar
De este mal
Por el cual me quiero matar.

domingo, 16 de octubre de 2011

La curiosidad le mató

¡Pepito Vampi-Sol no se aleja mucho de la historia de esta semana! De todos modos, ya dejaremos a los vampiros ir a la playa en otra ocasión...
Pues hola de nuevo a todos, como no, volví a última hora para traer el relato corto de esta semana. Y tal y como todos sabéis, esta vez es de vampiros. Para tramarla, me ayudó Cristina, mientras tomamos unas enseimadas de pasas con Laura en la cafetería VaB (donde por cierto, recibimos un trato estupendísimo). También, esta vez el relato será de una extensión menor que el de la semana pasada, para que no os de pereza leerlo. Y de nuevo, agradeceros a todos vosotros, aquellos que me habéis leído y comentado, por animarme a seguir con esto, y a mis compañeros de blog, por hacer trabajos tan buenos como los que están haciendo.


Dejo de divagar, y que comience el relato, otro de no-muertos:



Carlo había decidido pasar el verano en Rocles. Dejaría el ajetreo de sus estudios superiores en la ciudad para relajarse esos cuatro meses libres en un pueblo apacible y relajado en mitad de la foresta francesa. Aunque, ciertamente no sabía el motivo por el que estudiar lo que estudiaba, criptología, pues ya se había desengañado: sus estudios no tenían utilidad alguna en la ciudad.

Sin embargo, el verano había resultado más interesante para él, mucho más interesante de lo que jamás habría imaginado. En ese apacible pueblo sucedían extraños incidentes, relacionados con oscuros habitantes. A pesar de ser temidos por la gente, nadie sospechaba ningún atisbo de lo que sucedía. Carlo conoció a Lara, una joven elocuente y vivaz, residente de Rodes, con la que entabló cierta amistad gracias a su afición a las películas de terror. Sin embargo, la mujer era reservada en cuanto a su vida privada, y sus encuentros fortuitos únicamente tenían lugar a partir del anochecer. Carlo pensó que quizá ella tuviese algún problema personal, de modo que, en una noche de agosto, no pudo evitar seguirla.

Tras caminar entre las oscuras sombras nocturnas del bosque, Lara volvió al poblado, adentrándose en una de las casas de las afueras, cuya puerta aún estaba abierta. Carlo pensó que Lara viviría allí, hasta que la vió salir con la camiseta salpicada por sangre. Eso le asustó, a la vez que avivó su curiosidad hasta límites insospechados, ¿qué estaba sucediendo allí? De todos modos, el camino de Lara no terminó allí. Para su sorpresa total, acabó llegando a la vieja mansión junto al cementerio, donde vivía el extraño grupo de gente al que apenas se veía en las calles, y de los que los pueblerinos tanto rehuían. Por lo que sabía, el propietario era un anciano griego, despiadado y cruel.

A lo largo de las noches siguientes, impulsado por la confianza que había tomado a la muchacha en aquellos meses, indagó por lo sucedido. Ella también le tenía un profundo aprecio, por lo que terminó por confesarle que ella, como sus compañeros, eran vampiros. El joven lo tomó con asombro y emoción: no podía ser verdad que esto le sucediese a él. Ella le confesó que los vampiros tomaban sangre de la gente mientras dormía, y luego les cerraban las heridas con su saliva. De ese modo habían logrado subsistir allí por mucho tiempo. Pero no todos ellos querían una vida a escondidas y apacible, Brontë, el viejo griego y más antiguo de los vampiros de allí, estaba convencido de que en una vieja caja-fuerte suya, yacía algo capaz de hacerles inmunes a la luz solar, con lo que podrían atacar abiertamente a los humanos. Carlo insistió en verla, y Lara se lo prohibió.

Sin embargo, ella también se vió atraída por la idea de vivir bajo el sol. Misteriosamente, se le notificó de que Brontë marcharía a buscar algo muy importante en una ciudad cercana, y muchos marcharían con él. Como ella prefería que el viejo griego no se saliese con la suya, decidió guiar a Carlo hasta la caja fuerte.

En la sala había un cuadro de un antiguo griego, con una cinta en la mano, y una vara en la otra.

-"Mmm..." -suspiró Carlo,-"veo que lo que la caja fuerte pide es un largo código de letras y números"
-"La única pista que, según Brontë, tenemos es un número, el siete"- respondió Lara. Entonces Carlo comenzó a husmear entre los cajones del lujoso dormitorio del vampiro griego-"Me parece muy extraño que no hayamos encontrado a nadie vigilando este cuarto"-Continuó Lara.
-"No te parezca raro, ¿acaso no dijeron ya que se iban?"
-"Si, pero..."
-"¡Pero piensa en lo que vamos a descubrir! Vaya..."-Dijo Carlo, a la vez que sacaba una larga cinta con letras de un cajón.-"¿Esta no es la misma cinta que la del cuadro?"
-"Si, es de Brontë. De todos modos escucha, esto es muy raro. Mejor marcharnos, y volver en otro momento."
-"No creo que haga falta"-Le dijo a Lara mientras leía la cinta, y miraba la caja fuerte.-"Dijiste siete,¿no?
-"Nunca he visto la caja, pensé que estaba oculta en algún sitio...¡Vámonos!
-"¡Ya está, esto es una escítala!"- Gritó mientras enrollaba la cinta en una de las gruesas columnas de la habitación, dándole siete vueltas con la cinta, pegando sus extremos a la piedra con cinta aislante.
-"¡Carlo!, ¿no me escuchas?¡Tengo un muy mal presentimiento, no debemos estar aquí, si nos encuentra el antiguo, no sabes los horrores que nos hará!"
-"¡No ahora! ¡La contraseña es lo aquí escrito! ¡Si lees la cinta enrollada, hay un texto! ¡Esa es la contraseña!"-Dijo eufórico mientras comenzaba a girar la enorme "rueda"(rodeada de carácteres griegos) de la caja fuerte introduciendo la contraseña.

Al poco rato la pequeña y sumamente pesada caja fuerte se abrió, y el brillo de su interior se reflejó en el rostro de Carlo. Al fin le sucedía algo grande, al fin servía su existencia para algo. Pero cuando fué a girarse hacia su compañera se percató de no haberla oído hablar en aquel tiempo. A sus espaldas yacía Lara en el suelo, con una estaca en el pecho, y un pequeño grupo de vampiros, en cuyo centro estaba Brontë.

-"¿Creías que no sabíamos de vuestras charlas?¿Creías que no sabíamos de tí? Nosotros sabemos quién entra, y quién intenta salir de Rocles. Conocemos las habladurías de los nuestros. Somos los antiguos, mortal, y lo sabemos todo. Ahora gracias a ti, somos libres. Ella se percató y te avisó, pero,para tu desgracia, la curiosidad te mató. Prepárate para lo peor."



Bueno, bueno, bueno, espero que esta vez no haya sido tan largo como la semana anterior. La historia tramada era demasiado complicada como para resumirla aún más. Espero que el enlace de la escítala os haya resultado clarificador, puesto que así me ahorraba explicar en detalle en qué consiste.También lo siento, Cristina, por motivos de trasfondo, Dimitri tuvo que llamarse Brontë (nombre griego), y gracias por la ayuda. Y, de nuevo, gracias a vosotros por leer. Todo consejo y crítica son bien recibidos. Espero que os haya gustado, y poder leer en breve propuestas sobre la temática del próximo relato.

¡Saludos!



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lunes, 10 de octubre de 2011

El pastel asesino. Comida china.



Buscas algo con que poder comerte lo que contiene el tupper del restaurante chino y encuentras unos cubiertos en una caja. Los cubiertos parecen que no se han usado en años pero aún así Felipe le quita el polvo con la camiseta e introduce la cuchara en el tupper.

La comida esta pegajosa y suave como la mermelada. Felipe saca la lengua y con la punta de la lengua prueba la sustancia sospechosa.


¡Que rico! Piensa felipe aunque en realidad no sabría diferencia si los tropezones duros que hay entre tanto pringue es carne o pescado. No se puede creer que esté tan bueno. Felipe quisiera que el tarro estuviese completamente lleno.

Felipe se termina todo el tupper, ya no tiene hambre, se siente muy bien.

Cierra la puerta de la nevera de golpe y se vuelve a sentar en el sillón.

Felipe escucha un ruido que viene de la parte de arriba de la escalera. El corazón se le acelera.

Es su prima Mili, lo está mirando con una sonrisa desde lo alto de la escalera.


-Felipe no puedes estar aquí voy a chivarme.-Dice su prima Mili sonriendo.

-¡¡¡Espera!!!.- Grita Felipe.

-Si juegas conmigo con mi casita de muñecas nueva tal vez no me chive.


Felipe odia jugar con Mili pero por otra parte no quiere que nadie se entere de que ha bajado al sótano... Que tiene que hacer?


a)Jugar con Mili

b)Rehúsas la proposición.

domingo, 9 de octubre de 2011

"Los sueños son más dulces cuando la realidad es amarga"


Bueno, bueno, bueno, hola a todos de nuevo. Esta vez, he llegado con un poco de retraso, pero supongo que a nadie le importará, pues he tenido una semana un tanto ocupada (¡además de que estoy algo enfermo, y así las ideas escasean!). La temática de historia de esta semana se debate entre vampiros o zombis (además de cowboys, nacis, piratas, aliens y NINJAS). Puesto que tengo una amiga apasionada por los vampiros que me quería ayudar, y no he podido contactar con ella, me decantaré por los zombis. Eso sí, por supuesto que habrá alguna de vampiros por ahí, aquí todo tiene cabida. Sólo habrá que recordármelo.

Entonces, una de no-muertos:




El sol brillaba fuertemente sobre el calenturiento asfalto. La solitaria carretera que cruzaba aquel paraje desértico típico del centro de Estados Unidos ardía como lo haría una sartén al fuego. Ni los insectos se asomaban en un día como aquel, y sin embargo, había alguien sobre la carretera. Andaba lenta y pesadamente, como una torpe sombra en aquel infierno. Viéndolo de cerca, sus raídas ropas y su mortecina carne a medio putrefacer delataban lo que era: un muerto andante.

Su soledad se vió interrumpida por el sonido de un estridente motor; una motocicleta se pasó junto a él, rápidamente, dejándolo atrás antes de que se pudiese percatar. En esa moto iba Marky, ataviado con su chaqueta de cuero, sus botas altas, y su pañuelo a la cabeza, como buen motero que era. Sin embargo, la situación no parecía ser buena para él: iba completamente manchado de sangre, y la moto cada vez sonaba peor. Debería detenerse en el primer lugar refugiado que encontrase.

Por suerte para él, al poco tiempo, encontró una polvorienta gasolinera en mitad de la nada, donde detuvo su motocicleta. Algo brillaba en el interior de la tienda, lo que significaba que no estaría tan solo como podría desear. Cogió una tubería tendida en el suelo, y caminó despacio hacia la entrada, abierta. A los pocos pasos, alguien se asomó, con escopeta en mano, apuntándole. Era un anciano, profundo y seco como el mismo desierto en que estaban. Marky soltó su arma, y pidió amparo. "Por favor, ayúdeme." Dijo, "Me he quedado sin combustible, y no llegaré muy lejos sin el." El anciano bajó su arma, y se hizo a un lado para dejarle entrar.


La noche cayó como un frío y oscuro manto. Marky ya había llenado el depósito de su moto, pero por nada cambiaría la compañía de más gente. La luz en el interior de la gasolinera brillaba como una de las muchas estrellas que iluminaban el cielo. En su interior se reunían junto a Marky un grupo de supervivientes, como él, que observaban las velas a las cuales rodeaban. Eran el viejo Joe, armado con su escopeta, con la fe de que esta sería capaz de protejer a los demás. Sentado a su lado estaba Judy, que era la dependienta de la gasolinera cuando sucedió la catástrofe. Más allá estaba Quincey, un joven adinerado que vino huyendo en su deportivo hasta que este se averió. A su lado, cerrando el círculo estaba Marky, contando a los demás cómo llegó hasta allí.

"Las cosas en la ciudad fueron realmente mal." Comenzó." En cuestión de horas, la gente se volvió agresiva y caníbal, aparentemente sin motivo alguno. Para
cuando cayó la noche, las autoridades habían perdido el control. Las calles rebosaban cadáveres andantes, que caminaban entre las llamas de la anarquía." Dió un trago a la botella de agua antes de poder continuar. " Yo estaba allí de paso, y me marché en mi moto nada más tuve la oportunidad. Así que ahora estoy aquí. Espero que la cosa esté mejor en el norte." Judy se adelantó y le preguntó por qué concretamente el norte. Marky le respondió que conocía gente allí, y esperaba que se encontrasen bien. Pero por desgracia, no había logrado encontrar ninguna señal por la radio.

La sala se sumió en silencio a tal historia. El hecho de no haber señal de radio era lo que más les preocupó.

-"Da igual"-dijo Quincy-"Lo más importante ahora es llegar a un aeropuerto, e irnos del país."
-"Cobarde asqueroso"-Respondió Joe-"¿Cómo te atreverías a abandonar la patria en un momento como este?"
-"No creo que vaya a ser tan fácil como ir y coger un avión. ¿Acaso alguien cree que este es el único lugar en el que ha pasado esto?¿Y si el mundo entero está igual?"-Preguntó nerviosa Judy.
-"No nos alarmemos, aún no estamos del todo seguros de qué ha sucedido exactamente. De lo que sí podemos estar seguros es de que si nos quedamos aquí no duraremos mucho"- Dijo Marky.
-"Cierto"-Completó Quincy.

El anciano se levantó, y dijo que tenía la solución."LLegué aquí con mi camioneta, y podríamos irnos todos de aquí en ella. Si siguiesemos por la carretera, llegaríamos a un viejo poblado dejado de la mano de Dios. Quizá allí haya más gente." Pero el viaje tendría que esperar al día siguiente. Al uníso habían decidido que lo que procedía era dormir. Marky se ofreció a quedarse despierto haciendo la guardia, a pesar de que Joe se había negado a soltar su arma.

Pero el cansancio de los horrores vividos la noche anterior pudieron con sus fuerzas, y sin darse cuenta, durmió, abandonando la pesadilla que iban a vivir. El sonido de la escopeta de Joe le devolvió a la realidad. Gemidos de esas infectas criaturas resonaban en la oscuridad. Despertó a tiempo para ver como Quincy se retorcía de dolor echándose la mano a una profunda herida en la pierna, y como Joe disparaba escopetazos a un grupo de esas criaturas que habían entrado mientras dormían. Marky se levantó de un salto, Joe blasfemó. A nadie le había sentado bien su error. El chico de la moto dijo a los demás que debían huir de allí. Judy asintió, y preguntó cómo sacar a Quincy. Marky dijo que le subirían primero, y nada más llegar a ese poblado, buscarían atención médica. Joe les gritó que ese chico no iba a entrar en su camioneta.

-"Está bien, como quieras."-Dijo Marky-"Pero no esperes que me quede de brazos cruzados. Me iré yo por mi lado si no le llevas"
-"No te preocupes, no te iba a llevar de todos modos. No después de ser tú quien le ha condenado. Ahora vete de aquí. Y tú..."-Dijo a Judy-"...sal por la puerta trasera, y ves poniendo gasolina al vehículo. Por Dios que funcione."
-"¿Y usted que hará?"-Preguntó Judy.
-"Mataré más pobres diablos".

Y Joe salió, disparando a los zombis que poco a poco llegaban de todos lados. Marky y Judy salieron por la puerta trasera, cargando con Quincy.

-"¿De verdad vas a ir con ese hombre?"-Preguntó Marky a la joven.
-"Qué si no,¿acabar como vas a acabar?¿Sola?"
-"No."-Respondió el muchacho-"Nos iremos nosotros con Quincy en la camioneta. ¿Quien te dice que no te vaya a dejar atrás a ti en algún momento?¿O quién sabe si algo peor?"

Judy le miró pensativa, y asintió.

-"Esta bien. Pero mientras meto a Quincy en la camioneta, coge gasolina y comida para el camino. ¿Podrás?"

Marky le hizo un gesto afirmativo con la mano, y corrió a coger gasolina de un surtidor apartado de donde se encontraba Joe. Se le veía disfrutar disparando a gente anónima de forma totalmente impune. Quizás hubiese algo peor que los zombis en esa anarquía. Era esa gente, como Joe estaba descubriendo ser. Pero apartó pronto los pensamientos de su cabeza para centrarse en la gasolina.

Por desgracia cuando llegó a la camioneta, escuchó un grito de Judy. Estaba ella tendida herida, pues Joe la había derribado de un disparo en e hombro. Entonces se acercó a ella, y la cogió del pelo, gritándole que sabía que quería traicionarle, y que lo discutirían con más intimidad cuando no hubiesen tantos zombis por allí. Pero justo entonces, apareció Marky, dándole un golpe con una barra de hierro en la espalda, haciéndole soltar el arma. Joe se giró, soltando también a Judy, y apartó a Marky. Subió corriendo en la camioneta, y cerró la puerta. Marky trató de detenerle, rompiendo la ventana de un golpe, pero Joe ya había arrancado.
La furgoneta arroyó unos zombis, y se alejó de la escena, desapareciendo rápidamente en la oscuridad. Marky cogió la escopeta, y ayudó a Judy a ponerse en pié. Debían marcharse de allí lo antes posible, pues los disparos atraerían a más monstruos. Derribó a los pocos no muertos que se interponían entre ellos y la moto, volándoles las tapas de los sesos. Y la moto huyó de la muerte, dejando la pesadilla vivida atrás.

Los rayos del amanecer dieron la bienvenida al nuevo día a Judy y a Marky, que montaban en la moto, buscando algún logar civilizado cercano.

Mientras tanto, Joe conducía cansado su camioneta, ignorante de que detrás suya algo se movía: Quency ahora se dirigía febrilmente hacia el conductor, siendo un zombi. Un grito partió el aire a la vez que la camioneta daba un giro brusco y volcava. Joe había descubierto demasiado tarde a su inesperado pasajero.

-"Crees que esto ha pasado en el mundo entero?"-Preguntó Judy, abrazada a la espalda de Marky.
-"No lo se. Quién sabe cuanto tiempo lleva pasando esto. ¿Y si nos hemos enterado tarde?"
-"Ahora da igual. Lo importante es que estamos vivos, nosotros. Puede que hasta seamos las últimas personas del mundo. ¿Y qué importa eso? ¿Te gustaría que fuese así?"

Marky sonrió, mientras dirigía la moto por la carretera hacia el amanecer. El fresco matinal era incluso agradable, más aún con una mujer calentándole la espalda. Judy también sonrió, recostándose sobre la espalda del motero. Prefería ignorar que iban a morir. La herida que tenía en el hombro no era sólo de la escopeta de Joe. Aunque ella no lo supiese, Quincy acabó así por la mordedura de uno de esos monstruos. ¿Sufrírian tal aciago destino?

-"Por un momento, me gustaría imaginarlo. Los sueños son más dulces cuando la realidad es amarga".

Bueno,bueno,bueno, aquí está la historieta de esta semana. Como dije antes, a no ser que me digáis lo contrario, la semana que viene será de vampiros. También quería decir que quizás esta semana ni narración le haya faltado algo de gancho, pero eso se deberá a que estoy algo enfermo, y la fiebre es molesta para estas cosas. De todos modos, espero que os haya entretenido.¡Gracias por leerlo!

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jueves, 6 de octubre de 2011

Broken Wings


Atado de manos y pies con gruesas cadenas,
Tirado en un lugar abandonado bajo un eterno cielo gris,
Tengo las alas destrozadas imposibles de curar,
Como los sueños que he dejado atrás hechos cenizas,
Y cada lágrima que he vertido por lo que el amor me ha causado.

El amor dejo un pequeño punto negro en las alas blancas que un día tuve,
Y esa mancha fue creciendo con el dolor que había en mí.

Lo único que hice fue amar ¿Por qué estoy aquí?
Ya no hay luna, ya no hay sol, ya no hay luz,
Solo me queda mi corazón, frio y duro como el hielo
Y mis negras alas destrozadas.

Solo quise hacer feliz a alguien ¿por qué sufro entonces?,
Hice todo por esa persona que tanto ame,
Lo hice desde lo más profundo de mí ser.

Y ahora siento que sus caricias fueron como fuego sobre mi piel,
Sus abrazos, como látigos en mi espalda,
Y si mirada como un disparo en el pecho.

Me ha dejado aquí, en el olvido, y ni siquiera le importo.
Me ha dejado solo, en este mundo sin vida,

Solo siento el dolor y mis negras alas destrozadas.


miércoles, 5 de octubre de 2011

El pastel asesino. Bajar.

Felipe echa un vistazo rápido para ver si nadie le ve. Abre la puerta misteriosa y empieza a bajar.

Las escaleras son muy viejas y hacen ruido al pasar. Están llenas de polvo y telarañas.

-¿Que puede haber aquí tan peligroso?- Se pregunta Felipe.

Enciende una vieja bombilla que cuelga del techo.

Llega al final de la escalera. La habitación está muy sucia tan sucia que no se ve ni el suelo.

Empieza a examinar la habitación, hay muchos trastos, encuentra un spectrum dentro de una caja pero Felipe no sabe muy bien que es. Hay un viejo sillón cubierto por una sábana y al fondo ve una nevera.

Felipe se sienta en el sillón y piensa que no hay nada que temer ahí dentro, es mucho mejor que estar con sus primas. El único inconveniente es que le comienza a rugir la tripa... Felipe tiene hambre...

Suerte que en la habitación hay una nevera y esta enchufada!. Intenta no entusiasmarse mucho. Parece que la puerta no se puede abrir, tira con mucha fuerza y finalmente la abre.

Hay dos tupperware que huelen fenomenal. Coge uno de los tupper que por lo que pone parece ser comida china del restaurante TAN DAO VIEN y el otro recipiente es de la pastelería RAFA. A Felipe le chiflan los pasteles y este es de bizcocho de chocolate con cobertura de chocolate y relleno de chocolate, su favorito. La comida china no sabe muy bien distinguir que es, pero como tiene hambre no le importa lo que sea...


A Felipe le vuelve a rugir la tripa. Tiene que decidirse pronto.






a)Comida china.

b)Pastel.